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Criogenización: «Vivir dos veces»

¿Qué relación puede tener la foto de una niña pequeña, pegada a un enorme contenedor metálico de forma cilíndrica, almacenado en la desértica ciudad de Arizona (en Estados Unidos)? La respuesta es muy simple: El Presente y El Futuro… Uno, que aunque quizá no esté muy lejano, es muy probable que nosotros no alcanzaremos a ver.

La niña de la foto se llama Einz, un nombre cuyo significado me pareció hermoso, porque se traduce a la palabra: «Amor» en el idioma del país en que ella nació: Tailandia, y es justo esa palabra lo que resume la historia de la familia de esta niña que falleció en el 2015.

Einz murió poco antes de cumplir tres años de vida, como consecuencia de un tumor incurable en el cerebro. Sahatorn Naovaratpong, su padre, quien es hasta la fecha un científico erudito en ese país asiático, desde el diagnóstico y mucho antes de que su hija falleciera se encargó de buscar incansablemente a través de la ciencia una cura para esta terrible enfermedad; pero al no lograrlo, descubrió que a pesar de haber perdido la batalla en vida, la criogenización podría ser una posibilidad en el futuro para ella…

A la par del inmenso dolor que tanto él como su familia (conformada por su esposa Nareerat y Matrix, su hijo mayor a quien también le ha inculcado el amor por la ciencia); este documental de Netflix, titulado «Criogenización»: Vivir dos Veces», nos cuenta como es realmente en esta época moderna uno de los temas que tanto se han abordado en las películas de ciencia ficción y del que tantas leyendas urbanas se cuentan (como el caso de Walt Disney).

Alcor (Life Extension) es la empresa que en tanques separados de acero inoxidable, rellenos de nitrógeno liquido, mantienen «suspendidos en el tiempo» a -196° C el cerebro y parte de la cabeza de Einz… Suena perturbador, y más aún si tomamos en cuenta lo contrastante que puede ser que en el seno de una familia budista, haya sido el padre, quien entregado a la ciencia convenció al resto de su familia para poner en pausa un proceso natural, y con ello, acariciar la idea de que la ciencia logre avanzar en un futuro y entonces pueda devolverla a la vida… Mientras eso sucede este proceso de conservación les cuesta alrededor de 80 mil dólares al año.

Considero que eso es lo más interesante de este documental, que explica en forma detallada como es ese proceso de congelar los cuerpos (o parte de ellos) con la esperanza de que «las almas que un día los ocuparon», puedan volver a materializarse para reunirse con quienes los amaron.


El documental me encantó porque además de que te muestra de una manera súper interesante como trabaja en la actualidad una de las empresas que se dedica a la criogenia, (cómo es el proceso, costos $$$, que tipo de mantenimiento requieren las cápsulas y los avances hasta hoy en ese tema); como espectador te llena de cuestionamientos que van más allá de lo científico, porque por una parte llega un punto en que podrías considerar como egoísta y obsesiva la decisión de la familia de Einz, (quien por cierto, es hasta el día de hoy la persona más joven en la historia en haber sido preservada por medio de este procedimiento), en contraposición con la otra cara de la moneda: te lleva a ponerte en sus zapatos, para así entender que a pesar de que la vida ha continuado para cada uno de ellos, ese investigar de modo incansable (por parte del padre y el hermano de la niña) el grado de apego, al aferrarse a alguien que ya dejó de existir; y aún así rendirle culto a la cápsula donde ella permanece congelada (usando los objetos que usó en vida); aunque pudiese parecer enfermizo, es al mismo tiempo una gran demostración del inmenso amor de una familia y que trascenderá más allá de la vida y el tiempo.

Hasta el día de hoy la muerte es un proceso natural inevitable para todo ser vivo, y la criogenia es un intento de respuesta que la ciencia pretende dar para los humanos… Aunque suene a «jugar a ser Dios», en cien años o más, la vida eterna y la curación de enfermedades mortales se vuelva una realidad…

Eso sería genial, en apariencia, pero tal vez nos enfrentaremos a otros cuestionamientos existenciales mucho más complejos como el hecho de saber si una vez que una persona en estado de criogenia vuelva a la vida: ¿Será la misma?, ¿Tendrá sus recuerdos y personalidad intactos? ¿No será para ellos una crueldad devolverlos a la vida y que al despertar no encuentren ya a las personas que tanto los amaron? ¿Será algo distinto a cuando un alma reencarna pero tendremos en las manos el regalo de «provocar» que sea genéticamente en el mismo cuerpo?… 

Pailin Wedel, directora del documental.

Son demasiadas interrogantes en las que uno como espectador se queda pensando y que dado el período de tiempo de «caducidad» que en la actualidad tienen nuestros cuerpos humanos, no sea posible que no nos toque conocer las respuestas… Aún así no deja de ser fascinante la idea de imaginarlo y por lo mismo este método ideado por la ciencia para detener el tiempo dentro de una cápsula metálica, sea algo similar a «congelar la esperanza»… Como se titula realmente este documental dirigido por Pailin Wedel y que ha ganado innumerables premios tales como el mejor documental en el Festival Internacional de Canadá Hot Docs y también en el de Cine Independiente de San Antonio en el 2020.

Más allá de los premios y reconocimientos (muy merecidos), es la cantidad de cuestionamientos intelectuales y aún más los espirituales por los que «Criogenización: Vivir dos Veces» es uno de esos contenidos valiosísimos en Netflix, que vale mucho la pena recomendar y ver. 

«Nuestro cuerpo es como el hardware y el alma es el software. Es como si hubiéramos fabricado una computadora defectuosa, así que debemos pausarla. Creemos que la computadora podría volver a funcionar, Sabemos como armar el genoma humano, como armar el ADN, Significa que le daremos vida a algo que no está vivo, claro nos dirigimos a la ausencia de la muerte, ese será el momento de Einz.
Einz despertará en un mundo sin enfermedades»…
-Sahatorn Naovaratpong (Padre de Einz)-

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«Mudanzas al Cielo» («Move to Heaven»)

 

Hace apenas unas cuantas semanas atrás comentaba yo en este blog sobre la importancia de que en las series y películas se comenzaran a abordar temas de espiritualidad o sobre vida después de la muerte, y justo unos cuantos días después, en uno de esos lapsos en que la tele de casa se quedó sin actividad dentro de Netflix y se activó el carrusel-cubre pantallas donde aparecen las fotos de algunas de las series y programas que forman parte de esta plataforma, de pronto hubo una que llamó poderosamente mi atención por el título: «Mudanzas al Cielo».

Aparte de esa primera impresión, la única referencia que tenía al respecto, fue que se trataba de una serie coreana. Nunca en mi vida había visto una, y aunque pasaron todavía varios días más hasta que tuve oportunidad de buscarla por el título, el día que lo hice me fascinó, porque descubrí que era una serie que toca 2 temas muy importantes para mi: La tanatología y la limpieza (que es a lo que me dedico en este momento de mi vida).


Sin ahondar mucho en detalles «Mudanzas al Cielo» trata de la vida de un chavo con síndrome de Asperger que se llama Han Geu-ru. Él vive con su padre y ambos subsisten de un negocio dedicado a realizar «Limpiezas Traumáticas», que no es otra cosa más que un servicio enfocado a realizar el aseo de habitaciones donde han fallecido personas o que ocuparon hasta antes de morir.

Lo que me fascinó desde el primer capítulo fue que la forma en que Han Geu-ru y su padre trabajaban, me recordó muchísimo la película de «Violines en el Cielo» («Departures»), que no recuerdo porque no la reseñé en el blog, pero es imperdible de ver y me fascina porque habla de más o menos el mismo tema que esta serie.


No sé si es por la cultura, pero la forma de trabajar de Han Geu-ru y su padre es hermosa. Para empezar, él le ha inculcado unos valores maravillosos y dentro de su discapacidad intelectual, que podría hacerlo en apariencia incompetente para un empleo de ese tipo, es todo lo contrario, lo vuelve por completo meticuloso y respetuoso de la gente fallecida y sus pertenencias al grado de hacer hasta lo imposible por llevar a cabo la última voluntad de sus clientes.


Algo que llama mucho la atención es que dentro de su discapacidad intelectual, este chavo logra usar eso como herramienta esencial que le permite rescatar las pertenencias más valiosas de la persona fallecida y reunirlas en una peculiar caja amarilla, que al final de cada «mudanza final» (como la llaman ellos), es entregada a los deudos; lo que nos lleva a darnos cuenta desde el primer capítulo, que cada persona fallecida tiene una historia para contar (a pesar de ya no poder hacerlo de primera voz); y también nos hace reflexionar en como toda la vida de alguien puede caber al final entre cuatro paredes de un contenedor amarillo de cartón que al cerrar lleva impreso el nombre del finado, seguido de la leyenda: «Descanse en paz».


Es una serie hermosa, que a lo largo de 10 capítulos, además de mostrar el profundo respeto por los difuntos y los objetos que usaron en vida, descubrimos como el mundo lleno de pulcritud, perfección y meticulosidad en que vive inmerso Han Geu-Ru se ve de pronto alterado por completo cuando su padre fallece y no sólo tiene que hacerse cargo de la empresa de limpiezas traumáticas, sino alterar por completo su rutina al quedar bajo la tutela de su tío Cho Sang-gu, un ex convicto, boxeador de peleas clandestinas, quien tiene sus propios demonios y en personalidad y costumbres es todo lo opuesto a lo que él protagonista es.


Basada en el libro «Things Left Behind» (algo así como «Las Cosas que Dejamos Atrás»), de la autoría de Kim Sae-Byul, un  trabajador profesional de «Limpiezas Traumáticas», quien al igual que en la serie se encarga en la vida real, de dirigir una empresa dedicada a deshacerse de las pertenencias de víctimas de asesinatos, suicidios o personas fallecidas de causas naturales, es lo que hace de esta producción original de Netflix, algo tan entrañable, que te engancha desde el primer momento. 

Kim Sae-Byul, posando con el libro en el que está basada la serie de «Mudanzas al Cielo»

En lo personal considero que es uno de los mejores contenidos que ha producido esta plataforma y a la par de hacerte reír, pensar, conmoverte y hasta llorar por la originalidad de su temática y la calidez de sus personajes, te deja pensando al grado de reflexionar en tu propia muerte y en lo que revelaría la caja amarilla de tu «última mudanza»…


No quiero alargar más este texto, y cierro comentando que de verdad vale mucho la pena que la vean y pues ojalá que la disfruten tanto como yo, si deciden verla. 
Ojalá contemplen una segunda temporada, pues seguramente este personaje tan especial, tiene todavía mucho para contar.

«Las personas que nos dejan, nos cuentan cosas aún después de muertas».
-«Move to Heaven»-
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Una perspectiva diferente sobre las abejas

La semana pasada se celebró el día mundial de las abejas, una de las especies que como todos sabemos es determinante para la existencia humana y que como muchas otras especies se encuentra en grave peligro de extinción.

El jueves 20 de mayo, día exacto en que fue la celebración, no pude escribir nada por cuestión de tiempo, pero mi idea era compartirles una de las últimas 2 entrevistas que hice hace poco más de un año como freelance, y una de ellas fue con una Apicultora que vive en el poblado de Samalayuca (aquí en el estado de Chihuahua); pero a la par recordé que también, por esa temporada, Daniela Camino, una mujer a quien admiro profundamente y quien es experta en el tema de Comunicación Interespecies (a quien ya he mencionado varias veces en este espacio), casi al inicio de la pandemia compartió una charla en la que hizo una canalización intuitiva con 3 especies diferentes y entre las cuales se encontraban las abejas.

En esa ocasión, el propósito de esa charla en Facebook Live (en la que la acompañó su esposo Hari) fue ofrecer una mirada animal sobre nuestra situación actual y como abrazar la incertidumbre, y por eso me pareció mucho más interesante transcribir esa parte de su canalización donde el mensaje que le dieron las abejas me dejó impactada hasta el día de hoy y que me parece mucho más adecuado y contundente en el marco de esta celebración mundial, que un post con datos sobre esta maravillosa especie de la cual dependemos todos y que se encuentra a un paso de encender un foco rojo dentro del tema de la extinción masiva de especies. 

Siempre hay tanto que decir sobre Daniela; y sigo teniendo pendiente dedicar un post para hablar con mayor amplitud sobre lo que ella hace, pero en este inicio de semana esta transcripción este es un buen comienzo y más importante aún:  un llamado a hacer conciencia sobre la importancia de la preservación de estos insectos polinizadores. Ojalá que la disfruten y les parezca tan fascinante como reflexiva.

¡Buen Inicio de Semana! 

Perspectiva de las abejas sobre la situación actual: 
«La tercera de nuestras entrevistas fue con las abejas, tenemos un panal y estamos muy felices con las abejas y aprendiendo por supuesto de estos seres maravillosos. 
Nuestra intención es que haya polinizadores en el jardín, aquí hay muchos colibríes, pero también nos interesa que haya abejas para nosotros, para el bosque, para nuestros vecinos, y estamos aprendiendo como convivir con ellas y entonces las entrevisté:

Entonces al conectar, lo que vi fue un panal como una unidad luminosa y potente. Sentí al panal atenta o atento, con mucha luz, con energía dorada, inteligencia. Me hizo sentir -ellos saben- porque yo les he dicho que yo las procuro, las cuido, que estoy a su favor. 
Están muy felices con su muchísima abundancia de miel, es un gran logro (para ellas). Percibo su inteligencia colectiva, es una entidad todo el panal, están felices en este lugar, en este bosque, hay mucho territorio y siguen explorando cada vez más; ya tienen rutas muy definidas. 

Me mostraron que tienen algo muy similar a un olfato increíble, (Olfato es como para explicarlo en mi idioma homo sapiens), no sé si esto es una percepción de químicos, pero se sentía como un olfato muy definido y que pueden sentir la radiación de ciertas plantas, arbustos o árboles, como si fuera un canto combinado con termómetro calor-olor, una radiación como de sonido, con químicos y temperatura… Muy extraña esa percepción, muy extraña para los homo sapiens, y me enseñaron que hay un maravilloso romance, muchísima atracción entre ellas y un árbol en flor que está por aquí cerca.

Me muestran lo increíblemente feliz que es el árbol cuando llegan las abejas. Realmente es como estar enamorados, y que al árbol le gusta mucho, mucho su presencia y las trata con mucho cariño. 

Hari: Son como 50 mil individuos los que hay aquí.

Daniela: Ya creció nuestro panal…

Le pregunté un poquito sobre los humanos, me dijo que hasta ahora los humanos les parecen «bien», con un aroma raro, les pareció que éramos una biomasa un poco torpe y demasiado grande, porque ellas tienen mucha versatilidad, versatilidad en su movimiento. Su unidad de conciencia pero súper versátil en como se distribuyen. Entonces para ellas nosotros somos una biomasa muy grandota, un poco torpe, con emisiones raras…

Les ha gustado y les queda claro que cuando yo les mando amor telepáticamente, ese mensaje lo entienden muy bien, aunque hay otros aspectos de los humanos que no están entendiendo… Saben que hay otros panales cerca y que las otras abejas y los otros panales huelen distinto. «Huelen» (o.k entre comillas, esa es mi traducción de como me lo hicieron sentir).


Me muestran que la colmena tiene un único y muy definido olor. Entre ellas tejen muchos hilos de luz, que es una geometría sagrada perfecta, especifica de cada panal a la que están unidas aún cuando vuelan muy lejos. Me enseñaron que son geometrías sagradas complejísimas, que yo no puedo entender y que entre ellas varían un poquito, algunas líneas o algunas aristas y que siempre están vinculadas por esos hilos de luz, aunque estén a tres kilómetros de distancia (que es su radio de exploración).

Entonces, le dije al panal que para mi es un honor que estén aquí, hablando conmigo, que me gustaría que fuéramos amigas y el panal me mostró que es muy independiente, autónomo, fuerte, sano, territorial y que no requiere nada de mi, pero que está bien «ser amigas»... O sea, no te necesito, pero podemos vincularnos.  Está bien conocernos, pero ellas están en lo suyo, y le pregunté por el tema de nuestro virus:

Y el panal me dijo: «No nos involucramos demasiado con los humanos (o sea no somos así su prioridad número 1), pero te compartimos que los miembros enfermos de un panal, hay que sacarlos para que la colmena continúe. Lo importante no son algunos individuos, sino el panal como una entidad que se renueva con nuevos cuerpos, mientras otros fallecen. Hay que mantener un equilibrio en este volumen del cuerpo del panal, y si la enfermedad es demasiado fuerte, entonces todo el panal estará en riesgo y nosotras haremos todo lo que sabemos hacer para mantener el núcleo del panal con vida y bien. (Aquí se refería sobre todo al núcleo de las larvas que es donde está todo su ciclo de reproducción).

… Pero los individuos que son viejos, o están enfermos es normal que fallezcan. A veces las enfermedades se llevan a los más débiles, pero debe de quedar el núcleo del panal. Es una regeneración constante, lo que importa es la salud del grupo».

…Pues eso fue lo que dijeron las abejitas y darte cuenta que diferencia hay también entre lo que los homo sapiens percibimos, lo que los caninos -por así decirlo, porque hay muchos tiempos de caninos- o los felinos pueden percibir. Sobre todo felinos y caninos que viven con nosotros, que tienen diferentes niveles de conciencia, y bueno, algunos insectos que tienen su propia dinámica ya como muy elaborada. 

Entonces esto es un pequeño botón de muestra de lo que otras conciencias pueden sentir sobre nuestra situación, creo que esto nos da mucho espacio a decir: «Bueno, nosotros podemos estar en nuestro dilema, pero el universo sigue su curso. Otros animales tienen su propósito, independientemente del nuestro, aunque se vean afectados por nosotros. Incluso nuestros animales de compañía pueden tener una visión muy profunda sobre lo que es esto, y aún así no comprender mucho a nuestra especie, porque tenemos ciertas incapacidades, mientras que para otros animales es muy fácil ir hacia adentro, es muy fácil conectar con su espíritu…. Y las abejas, pues bueno, ahí está el cosmos siguiendo su propio rumbo, independientemente de nuestros dilemas»…

-Daniela Camino-

Texto y fotos: Daniela camino | Comunicación Interespecies
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Mi Maestro El Pulpo


Siempre que veo algo que me impacta, me impresiona o me deja pensando muchos días, me cuesta encontrar las palabras para escribir al respecto y ese es el caso de «Mi Maestro el Pulpo», un documental que se encuentra actualmente disponible dentro de la plataforma de Netflix.

Durante los primeros instantes posterior a haber oprimido «play» lo primero que me atrapó fue que más que un documental, en sus primeras imágenes describió perfecto ese sentimiento con el que más de uno de ustedes estará de acuerdo conmigo, y que se experimenta cuando de la nada miras al cielo o cuando se tiene oportunidad de estar frente al mar, y es entonces cuando te das cuenta que sabemos muy poco del vasto universo en el que vivimos.


En esta etapa reciente del blog, he enfocado algunos de los posts al tema de la «Comunicación Interespecies» de la cual Daniela Camino es pionera en México, y en quien no pude evitar pensar, cuando vi esta joya del entretenimiento en streaming. Ustedes ya descubrirán más adelante porque.

Más allá de un testimonio videográfico que Craig Foster realiza sobre la vida de este peculiar animal marino, «Mi Maestro el Pulpo» es una historia preciosa que refleja perfecto como los seres humanos somos tan egocéntricos y como la vida misma, Dios, el universo -o como quieras llamarlo- nos puede dar grandes lecciones a través de las cosas más simples y desconocidas que nos llevan a sanar por dentro.

Me encantó comprobar lo que siempre he creído… Que subestimamos la inteligencia de la mayoría de los seres vivos con los que compartimos el planeta (empezando hasta por nuestros animales de compañía), de los cuales tenemos infinidad de cosas que aprender, empezando por el arte de comunicarnos con ellos y sobre todo dar por hecho que piensan y sienten del mismo modo que nosotros.

De verdad hay mucho por aprender y aunque en la realidad una mínima parte de nosotros podría sumergirse en las profundidades marinas como lo hace el buzo que comparte esta historia, gracias a la magia de la tecnología podemos compartir, aunque sea por unos minutos, no sólo su experiencia, sino todas las emociones, sentimientos y pensamientos que implica vivir algo tan increíble como lo que le sucedió a él durante todo este proceso de más de un año explorando las profundidades para estar cerca de un pulpo.


Sin ahondar más en detalles para que ustedes mismos lo descubran, créanme que este documental te deja no sólo pensando, sino que de una manera muy peculiar -y eso fue algo que me encantó- te lleva a dimensionar tu vida desde otra perspectiva que te desconecta por completo de todo lo que piensas, te preocupa, entristece, etc… pero lo más importante: una vez que logras despojarte de todo eso, propicia que te conmuevas hasta las lágrimas y tomes conciencia también de que seguimos siendo primates en tantísimos aspectos y que no somos privilegiados ni superiores, sino una más de otras tantas especies.

«Tu propio papel y lugar en el mundo natural es singularmente el regalo más preciado que se nos ha dado».
-Craig Foster-

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¡10 Años de Las Aparicio!

Hace 3 días exactamente se cumplieron 10 años de «Las Aparicio«, una serie producida por Argos y que no sólo fue un parteaguas en la televisión, sino que nos marcó a muchos de nosotros.
Para celebrarlo, algunos de los escritores y todos los actores del elenco original se reunieron para leer el libreto del primer capítulo (Como olvidar a todos esos personajes y ese maravilloso plano secuencia del primer capítulo).
¡Gracias por el regalo! (Me hicieron la noche).