Por esa razón este Domingo es diferente y me ha hecho venir a plasmar algo en este cuaderno que resguarda algunas de las cosas más importantes de mi vida… Tal como si fuera un pasaporte mágico para viajar en el tiempo, de entre montones de hojas de papel, hoy he rescatado una que escribió una niña que en ese entonces tenía tan sólo 10 años.
La hoja se ve arrugada y amarilla, pero si con la magia de la imaginación pudiésemos transformar las letras que están escritas ahí en imágenes (para que se proyectaran igual como en una película); ustedes y yo veríamos la imagen de esa niña, una tarde de Febrero, cuando su padre llegó a casa después del trabajo y en cuanto entró le dijo a su hija que fuera a buscarle algo que se le había quedado olvidado en el carro.
Ella de inmediato obedeció; y salió de casa para cumplir con el encargo de su padre. Abrió la puerta del auto, y lo primero que vio en el espacio que existe siempre entre los dos asientos delanteros, fue, además del objeto que su padre le había pedido, una caja que contenía un audio cassete y que en la portada tenía la imagen de 3 chicas como en un set de fotografía; y que en la parte de arriba, con una letra muy lochochona y desenfadada se leía la palabra «Flans».
Ahí fue cuando comenzó la magia… Ella había pedido otra cosa, pero ese audio cassete, más allá de convertirse en un hermoso regalo de cumpleaños fue el boleto de acceso para que esa niña de 10 años comenzara a caminar sin darse cuenta hacia un futuro que en cierta manera ella misma ya había visualizado cuando jugaba con sus hermanos a grabar con una vieja radio grabadora lo que con mucha imaginación e ingenio eran grandes producciones radiofónicas.
Una semana después de haber encontrado ese regalo en el auto de su padre, esa niña ya se había aprendido todas y cada una de las canciones de ese cassete. A partir de ese año (1985),Ilse, Ivonney Mimi, las 3 chicas que aparecían en la portada como en un set de fotos, se convertirían en personajes tan entrañables para esa chavita, que a pesar de tener ya una marcada influencia por la música que escuchó en casa desde que tuvo uso de razón; fue apenas hasta ese año, que empezó a definir lo que en sonidos sería su propia identidad.
Las páginas que se escribieron en el diario a partir de ahí, cuentan la historia de alguien que empezó a crecer mientras pasaba los Domingos en casa de la abuela pegando sobre un álbum todos los recortes y notas de revista que coleccionaba con el paso de los días… Escribiendo un cancionero con las letras de todos y cada uno de los discos de vinil que Flans iba produciendo; atrapando en una cinta magnetofónica, cada entrevista en la radio, y cuando surgieron las videocaseteras de VHS, todas y cada uno de las veces cuando Ilse, Ivonne y Mimi aparecían en los programas de televisión.
Después de 26 años, una pared tapizada de posters; algunos cassetes y discos, un álbum repleto de recortes y fotos deesaparecieron y algunos cuantos sobrevivieron… Esa niña creció junto con ellas, siguiendo sus pasos (en especial los de Ilse); y además de empezar a escribir una novela y sus primeras notas como reportera refiriéndose e inspirada por ellas, decidió que quería estudiar Ciencias de La Comunicación.
En 1998, cuando ya estaba a punto de salir de la universidad, en su primer trabajo formal como comunicóloga dentro de una revista; en su primer día de trabajo encontró sobre el escritorio una edición que en portada tenía una foto de Ilse.
El grupo había dejado de existir ya hacía algún tiempo, pero de alguna manera siempre estuvo presente en la vida de esa chava, ya sea a través de la música o de los momentos que nunca quedaron en el olvido del todo.
Hoy amaneció gris el cielo que me cubre… En la calle no había nadie más que mis propios pensamientos y yo.
Mi regreso sería hasta el final del día, y como tenía tanta prisa por hablar contigo, en lugar de una hoja de papel, empecé a escribirte en una hoja virtual para no olvidar nada; mi intención era sólo platicar contigo, y era tanto lo que tenía para decirte que todas mis letras de camino a la escuela, se convirtieron en carta.
Las conversaciones entre tú y yo siempre son en silencio, y aunque sé que tú conoces a la perfección cada uno de mis pensamientos, tenía mucha necesidad de explicarte -aunque no fuera en papel- un poco más.
Todos los días, en cuanto abro los ojos y también por las noches, cuando se gastan por completo las horas; imagino que llego hasta tu casa, para sentarme frente a ti en un sofá en medio de una pequeña cabaña, y otros días sobre la arena de la playa, en plena isla desierta.
Con la magia de la imaginación, cada día me escapo hasta ahí para buscarte, y soy yo quien siempre te atropella con preguntas y cosas, mientras tú me miras y tu rostro resplandece con la cálida luz naranja de una chimenea o de un cielo recién estrenado antes del amanecer.
A veces me desesperas y me voy decepcionada, porque tú no me dices nada en lo absoluto, pero luego, en el transcurso del día, me respondes sin necesidad alguna de palabras, y a través de las cosas más sencillas que vas poniendo por el camino que atravieso.
Es entonces cuando me doy cuenta que te haces presente, aunque yo no te pueda ver.
Eso lo supe cuando me diste un montón de vivencias maravillosas, que si no fuera porque CREO que EXISTES, jamás hubiera pensado que me podrían pasar a mi.
Esta carta es para agradecerte por eso; y aunque es la primera vez que no te escribo en un trozo de papel, esta es también la primera vez que me gustaría plasmar letras, no para hablar contigo de lo que tanto necesito o no entiendo, de las cosas que tanto te pregunto siempre… No, hoy no hay nada de eso, hoy no quiero pedirte nada y quisiera nada más usar esta carta, para envolverte con tinta y papel imaginarios, un regalo que ahora sea para ti.
Ojalá que pudiera sorprenderte… Yo sé que siendo Dios y teniéndolo todo, tal vez lo único que te entristece no tener y añoras desde hace ya más de 2 mil años, es la confianza y la fe de todos los humanos.
Haber… Dime algo: ¿Quién te escribe durante el día para decirte cómo te imagina?… ¿Quién te contaría una historia en la que revelara todas las veces en las que tú, a pesar de no hacerte presente como todo mundo te conoce, esa persona supo de todos modos que eras tú y estabas ahí?
Te he visto muchas veces disfrazado de sonrisa, en el rostro de tantos bebés, ancianos y niños, y también en las personas que en mi corazón están tan cerca de mi.
…Ahora mismo, cuando te imagino leyendo esta carta; estoy segura que te gustaría preguntarme: ¿si recuerdo la primera vez que te vi?… ¡Por supuesto que me acuerdo!… Fue para una víspera de Navidad y fue a través de una estrella, que en aquel entonces yo supuse era la nariz roja de «Rodolfo El Reno»... Tuvieron que pasar muchos años (para que siendo ya una persona adulta); yo pudiera entender que eras tú.
Desde entonces has estado ahí; invitándome cada día a jugar contigo a adivinar donde te encuentras; y todas las veces en que por algo me enojo contigo, -tal como lo hace un buen amigo- siempre me has venido a buscar.
Siempre es hermoso reencontrarse contigo… Y yo me acuerdo perfecto de todas las veces que eso ha sucedido contigo y conmigo… Una fue en una noche de invierno, manejando yo de regreso hacia mi casa. Adentro del auto, de pronto tuve muchas ganas de hablar contigo; y esa noche fue mágica… Pero tiempo atrás ya te había sentido muy cerca, en alguna ocasión cuando estaba durmiendo; y en ese entonces faltaban pocos días para recibir el sacramento de La Confirmación.
Desde entonces has estado ahí… En todo lo que tengo y lo que no tengo… Me conoces a la perfección por dentro y por fuera; sabes cuales son las cosas que me duelen, o de que forma fallo cuando salen a la luz mis peores defectos… Sabes que hay veces que yo no puedo con eso; pero también conoces la simplicidad que hay detrás de todo lo que me puede hacer feliz y sonreír.
Esta mañana, en un principio mi idea era contarte sobre lo mucho que me duele a veces no poder resolver en mi vida muchas cosas… Lo que me afecta extrañar tanto y sobre todo mi miedo a perder algo muy valioso que hace más de 4 años tú pusiste en mi camino; pero bastó con que echara un vistazo a mi alrededor para darme cuenta que siempre pesa mucho más todo lo bueno que a diario me das.
Yo no sé que pase más adelante y si seré lo suficientemente fuerte para afrontar lo que a través del libre albedrío que me has dado, tenga que vivir como consecuencia de mis actos y decisiones tan humanas. Tú sabes mejor que nadie que no soy ni seré nunca una mala persona; porque conoces con la misma profundidad que conoces el mar y el cielo, todo lo que hay adentro de mi corazón.
Hace ya un buen tiempo que dejé de pedirte cosas; porque entendí que la vida y el destino, nos diste la capacidad para escribirlo cada uno de nosotros mismos… Eso yo no quiero olvidarlo, ni dejar de tenerlo presente cada día desde que abra los ojos; pero al mismo tiempo necesito siempre que no dejes de jugar conmigo a descubrirte en cada cosa, que te sigas disfrazando en lo más simple y sencillo, para que sin importar que yo tenga un espíritu tan frágil; pase lo que pase nunca me olvide de que a pesar de los tropiezos tú vas a estar ahí…
Gracias por dejarme escribirte esta carta y por las cosas que pasan cada día. Gracias también por dejarme vivir en este tiempo y adentro de este disfraz que diseñaste hace ya tantos años adentro de mi madre, especialmente para mi.
Gracias porque todo aquello de lo que carezco, me lleva a darme cuenta de lo frágil que soy como ser humano y eso me acerca a ti.
No quería perder ya más tiempo y decidí comer ahí para poder irme lo más rápido posible y aprovechar al máximo lo que quedaba del día. Estoy acostumbrada a comer sola durante los días normales de trabajo; pero creo que en ese lapso fue el único momento del día en que me sentí extraña y ajena a todo. Se me hacía muy curioso estar un fin de semana tan lejos de casa y mientras estaba en la mesa del restaurant, muy cerca de un ventanal muy grande, podía observar a las familias de las otras mesas y a la gente que pasaba por la calle en un Domingo que era gris, pero por instantes también se volvía soleado… Supongo yo, que el alma de las personas es en cierta forma muy parecido a eso… Y la mía no era la excepción.