Estoy segura que todo esto les parecería curioso, o tal vez a simple vista no les diría nada… Pero antes de revelarles lo que hay detrás de cada una de esas libretas tan personales, existe una historia que es el inicio de todo esto, y me gustaría contarles también, por eso el post de hoy se trata acerca de:
La verdad sería muy difícil definir: ¿quién fabricó?, y peor aún, ¿quién usó la primera libreta Moleskine?… Así que para no meternos en rollos, ¿por qué mejor no nos vamos directamente a conocer quién está detrás de cada una de las libretas que les mencionaba al principio?… ¡venga de ahí!
De este famoso pintor se conservan en el museo de Amsterdam, siete de estos cuadernillos. En la época en que él los usaba, las libretas Moleskine todavía no eran conocidas como tales, pero como una de esas libretas utilizadas por Van Gogh (y que se conservan todavía en ese museo), tienen una banda elástica alrededor y fue fabricada con características muy similares; por eso se dice que es una Moleskine; pero no se sabe si fue hecha por otro fabricante o si el artista la compró en otra papelería, pues como les decía en un inicio, en esos tiempos; este tipo de libretas era muy común que se comercializaran en toda Europa, pero no eran una marca exclusiva; se le llamaba así a cualquier tipo de libreta de ese tipo, por los materiales con los que estaban hechas.
Este artista utilizó las hojas de su Moleskine para plasmar con colores y líneas todas las imágenes que tenía en su cabeza y que llegaban a formar parte de sus cuadros. Existe una anécdota muy padre que cuenta que en alguna ocasión un grupo de amigos españoles fue a visitar a Picasso, y que luego de que vieron sus cuadros, el pintor los invitó a comer a un restaurante. Todos aceptaron, y ya una vez ahí, durante la sobremesa, Picasso se entretuvo dibujando en su libreta y al marcharse pidió la cuenta, pero el mesero, luego de consultarlo con su jefe, al llevarle la nota al artista, le dijo que para él había sido todo un honor servirlo y que la cuenta corría por parte de la casa. Picasso no aceptó e insistió en pagarle; y entonces el mesero, al ver que no iba a aceptar la cortesía, le propuso que le diera entonces como pago los dibujos que había estado realizando en esa tarde en su Moleskine.
«Usted traígame la cuenta», le contestó el pintor, seguro de que los dibujos que había garabateado durante su estadía en ese lugar, era obvio que valían mucho más del total de la cuenta por el banquete con sus amigos; y los dibujos finalmente se los quedó el artista… ¿qué grande no?
En el primer ensayo de su libro «París era una Fiesta», este escritor cuenta la historia de un cuaderno que lleva en uno de los bolsillos interiores de su saco, pero no está muy claro si es una Moleskine, ya que no ofrece una descripción detallada de la misma, pero en ese ensayo, en la parte donde se refiere a que llega a tomar un café en la Plaza Saint-Michel, es la base que la empresa Mode&Mode (actual fabricante de estas libretas), se basa, para decir que si se trataba de una Moleskine.
Este escritor y viajero fue quizá quien más fama le dio a estas libretas. Él las utilizó durante sus múltiples viajes para dejar constancia de sus aventuras. Dicen que Chatwin las compraba en una pequeña librería de París donde las fabricaban a mano, pero en 1986 el fabricante que elaboraba las Moleskine, murió y por ende quedó cerrado el taller familiar. (eso sin contar que el dueño de esa fábrica se llevó a la tumba el secreto); así que para mediados de esa década, conseguir una Moleskine era cada vez una hazaña más difícil.
En su libro; «Los Trazos de la canción», este hombre cuenta también la historia de un pequeño cuaderno negro, y siendo aún todavía más visionario, Chatwin visitó a la dueña de la papelería en Rue de l’ Ancienne Comédie, donde acostumbraba comprarlos y se llevó todas las que pudo comprar.
Gracias a eso, en 1987 un pequeño impresor en Milán, Italia, recuperó la tradición de elaborarlos y los renovó sin perder la extraordinaria tradición que los caracterizaba. Por eso se dice que las Moleskine que existen en la actualidad están basadas en las descripciones del propio Chatwin.
Este viajero, escritor y compositor es la encarnación perfecta de algunos de los mitos más difundidos del Siglo XX.
Una de las películas del famoso director Bernardo Bertolucci, está basada en una de las novelas de Bowles. Pero antes de que comencemos a divagar entre estas historias, Paul Bowles utilizaba su libreta Moleskine para realizar anotaciones relacionadas con sus composiciones y dibujaba pequeños pentagramas, tal como se aprecia en esta última fotografía de una Moleskine que se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Delware, en el Departamento de Colecciones Especiales.
Estas son sólo algunas de las libretas más famosas, pero existen muchas otras, ya que las Moleskine, más allá de ser un objeto que se convirtió en un ícono para artistas e intelectuales es todo un estilo de vida.
En la actualidad quien elabora estas libretitas tan padres es la empresa italiana Mode&Mode y hay de todos los estilos inimaginables: pasta dura, pasta flexible, con bolsita, de colección, ediciones especiales -como una que se hizo para el aniversario No. 30 del famoso videojuego PAC-MAN-, una línea dedicada por completo a Tim Burton, pero eso como que ya es otro boleto y para mi sería parte de la historia contemporánea de las nuevas generaciones de Moleskine.
La clásica, clásica es la libretita negra de pasta dura, de papel padrísimo, que por lo regular las usan los periodistas y escritores; pero la empresa se ha diversificado tanto que Moleskine elabora además de los cuadernillos para todo tipo de uso; y según las necesidades de cada persona, libritos que sirven como guía de vinos, de sitios turísticos, y todo lo que se les pueda ocurrir e imaginar…
Lo chido de estas libretas es el tipo de papel, y que están como empastadas de una manera que no se rompen las hojas, por eso son ideales para los viajeros, para la gente que escribe (así como nosotros); y una vez que usas una, te enamoras (hace tiempo a mi me regalaron una libreta de ese tipo que usé como diario hace más de 5 años, y en la actualidad a mi ya no me pertenece, es como si me hubiera desprendido de una parte de mi historia, para convertirla en una prueba material de confianza eterna, hacía quien la tiene)…
Pero volviendo al tema, a mi lo que me fascina de estas libretas es todas las historias que te pueden contar, con sólo hojearlas, creo que si lo analizamos de algún modo, las Moleskine te regalan la posibilidad de atrapar pedacitos de lugares, memorias y momentos… A mi en lo personal me llaman mucho la atención las de aquellas personas que les pegan cosas dentro o las utilizan como bitácora de viaje; porque eso, independientemente de a quien pertenezca la libreta, queda para siempre, permanece en el tiempo y debe ser fascinante descubrir las imágenes y las anécdotas que ahí se cuentan… ¿Se imaginan por ejemplo lo que sería ver la libreta Moleskine de Van Gogh, o descubrir alguna carta inédita de Ernest Hemingway?… Me emociono nada más de pensar en el infinito mundo de posiblidades que las Moleskine antiguas podrían abrir ante nuestros ojos.
Me ha gustado mucho tu escrito sobre las moleskine.
Las famosas libretas las conocí por mi novio, que le encantan. Además escribe y en ella toma todo tipo de notas para su novela.
Me regaló una por mi cumpleaños con un juego de pluma y bolígrafo-… Pero hasta ahora solo la he utilizado a modo de diario.
Un saludo y gracias.
¿Qué puedo decir? Me encantan las moleskine. Por un tiempo busqué fotos de ellas, grupos en flickr de dibujos… en fin, debe ser que soy muy cotilla 🙂 y me gusta ver lo que otros hacen en ellas… yo me quedo en blanco cuando tengo una delante. Una vez intenté con una agenda, y no salió tan mal, aunque para diario prefiero los cuadernos a cuadros.
Hola Martuchis:
Yo también soy adicta a los cuadernos Moleskine.
Lo que empezó con un cuaderno de reportero pequeño se ha convertido en una cuasi-religión 😀 En este momento tengo ya unos 15 en mi poder.
Son prácticos, elegantes y el papel es de una calidad excelente.
Una de las cosas que más me gustan es el bolsillo trasero, ideal para guardar recortes, tarjetas de visita, postales, fotos, etc.
Un abrazo.
Yo hoy compre la mía jajajaja y debo confesar que me da susto iniciar algo… es como eso tan preciado y tan icónico que debe tener un comienzo digno jajajaja bueno por ahora esta en blanco, aunque ya le tengo lápiz y boligrafo. Y ya con una amaiga emepzaremos a llenarla de cosas, algo asi como un siario de viaje en mi cotidianidad ajaja. Excelente texto, y creo q pasaré más segudi por aca, cuidate!
donde puedo conseguir una en guadalajara jalisco
En Guadalajara en las tiendas Art & Papier hay varias sucursales en lugares como Plaza Antares y Galerías. Suerte !
Muy buen escrito. Algún día tendré una moleskine y también regalare unas cuantas moleskine a personas que se las merezcan :))
De donde sacaste la anecdota de Picasso alguna fuente Bibliografica?
Compré una hace muchísimos años (creo que 30) en un viaje a Europa, mi intuición hizo que me llamara la atención, yo no las conocía.
Mucho después me enteré de que grandes artistas las usaban, entonces llegué a la conclusión de que eran algo «bueno», hace unos dias la encontré y como nunca la usé, hoy se la voy a regalar a mi hijo Javier que es diseñador y suele gustar de estas cosas.
Este ejemplar es como un acordeón de papel grueso para guardar tarjetas.
Es un pequeño objeto sencillo de calidad y muy bien hecho.
Y me permitió compartir esta anécdota con Uds.
Gracias!
Ahora hay un boom por su uso debido al método de organización «bullet journal» que cada vez se hace más popular y mucha gente las usa para ello. Buenisimo post!
en Ecuador donde las encuentro
No tengo idea, pero en internet en amazon es muy probable que las encuentres.
QUE INFINITO HE INTERESANTE TU HISTORIA DE LAS MOLESKINE , REALMENTE SON LIBRETAS MARAVILLOZAS, YO NO TENGO UNA MOLESKINE PERO SI MUCHOS CUADERNOS DONDE VOY PLASMANDO TODO LO QUE ME INTERESA DE LA VIDA , UN SALUDO DESDE CHILE.
Un saludo para ti también desde México. Gracias por visitar el blog.